Parlamento peruano autoriza gira asiática de Boluarte en votación dividida
El Congreso peruano aprobó la gira asiática de la presidenta Boluarte a Japón e Indonesia, enfocada en fortalecer lazos comerciales y atraer inversiones, pese a cuestionamientos de la oposición.

Sesión del Parlamento peruano durante la votación que autoriza la gira asiática de la presidenta Dina Boluarte
El Parlamento peruano aprobó hoy, con una votación ajustada de 63 votos a favor y 39 en contra, la autorización para que la presidenta Dina Boluarte realice una gira diplomática por Japón e Indonesia entre el 5 y 12 de agosto, acompañada por una delegación ministerial.
Oportunidades económicas y desafíos políticos
La visita oficial, que se enmarca en los esfuerzos por fortalecer las relaciones comerciales con Asia, busca ampliar mercados para productos peruanos y atraer inversiones. Sin embargo, la autorización se produjo en medio de cuestionamientos sobre la legitimidad de la mandataria, quien enfrenta niveles históricos de desaprobación ciudadana.
Agenda estratégica en Asia
En Japón, el programa incluye una audiencia con el Emperador Naruhito y conversaciones con el primer ministro Shigeru Ishiba. Además, Boluarte participará en reuniones con potenciales inversionistas y visitará la Expo 2025-Osaka Kansai.
La visita a Indonesia podría culminar con la firma de un Acuerdo Comercial Integral, que abriría importantes oportunidades para las exportaciones peruanas en el mercado indonesio. La mandataria sostendrá encuentros con el presidente Prabowo Subianto para finalizar las negociaciones.
Debate parlamentario y oposición
Los legisladores que respaldaron el viaje destacaron el potencial económico de estas relaciones bilaterales. Sin embargo, la oposición, principalmente de izquierda, cuestionó la efectividad de anteriores visitas internacionales y la capacidad de representación de Boluarte, dado su bajo nivel de aprobación popular.
La autorización parlamentaria refleja la compleja dinámica política peruana, donde los objetivos de desarrollo económico se entrelazan con una persistente crisis de legitimidad gubernamental.