La Familia Real española inicia sus vacaciones privadas en agosto
La Familia Real española se prepara para sus vacaciones privadas de agosto, manteniendo la tradición de discreción sobre su destino mientras cumplen con sus últimos compromisos institucionales en Mallorca.

Los Reyes Felipe VI y Letizia durante su último acto oficial en el Palacio de Marivent antes de iniciar sus vacaciones privadas
La Familia Real se prepara para su descanso estival
Los Reyes Felipe VI (57) y Letizia (52), junto a la princesa Leonor (19) y la infanta Sofía (18), darán inicio a sus tradicionales vacaciones privadas la próxima semana, manteniendo los protocolos institucionales de discreción y seguridad nacional que caracterizan estos periodos.
Último acto oficial en Marivent
El calendario oficial marca como última actividad la recepción a representantes de diversos sectores de las Islas Baleares en el Palacio de Marivent, programada para el próximo lunes 4 de agosto. Este año destaca la ausencia de la Reina emérita Sofía (86), quien permanece junto a su hermana, la princesa Irene (83), por motivos de salud.
Destino reservado y protocolos de seguridad
Siguiendo una tradición que se mantiene desde su matrimonio en 2004, los protocolos institucionales establecen que solo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conoce el destino vacacional de la Familia Real, garantizando así su privacidad y seguridad.
Historial de destinos previos
En veranos anteriores, la Familia Real ha elegido destinos como Grecia, donde estuvieron en 2024 tras los Juegos Olímpicos de París, el Algarve portugués, Croacia y Turquía. Estas elecciones reflejan su preferencia por destinos que combinan discreción con relevancia cultural y diplomática.
La privacidad de las vacaciones reales representa un equilibrio entre el derecho al descanso personal y las responsabilidades institucionales de la Corona española.
Este periodo vacacional de 2025 estará marcado por la situación de salud de la princesa Irene, conocida cariñosamente como "tía Pecu" en el entorno familiar, evidenciando el lado más personal de la institución monárquica.